viernes, 30 de noviembre de 2012

Incoherencia viendo nevar

Aquella mañana me desperté pronto. No sería algo extraordinario si no fuera porque era la primera después de muchas de pereza y remoloneo, y más teniendo en cuenta que no tenía nada importante o urgente que reclamara mi consciencia fuera del mundo de los sueños, así que supongo que fue un sexto sentido. Me gusta más pensar eso que atribuirle el mérito a una simple casualidad...

Estaba nevando. La primera nevada de la temporada, y aunque no estaba cuajando ni siquiera en los tejados, me obligó a pegarme a la ventana de mi cuarto a mirar. 

Durante lo que para mí fue sólo un momento, me olvidé del frío, del café humeante esperándome en la mesa, de las buenas intenciones respecto a la productividad de mi proeza matutina. Me olvide hasta de mí, y sólo pensaba en lo perfecto que sería ver eso mismo, sentir eso mismo, acompañado de otro calor, otra respiración y otro corazón al compás del mío.

Y cuando la nieve decidió que ya me había distraído lo suficiente, dejó de caer. Entonces me di cuenta de que algo no estaba del todo bien: había querido compartir ese momento con alguien... Pero no me acordé de ti.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Incoherencia difícil

El ciclotímico sentimiento de saturación volvía a estar en su punto más álgido. Cada bocanada de aire era, cuanto menos, trabajosa. Las huellas de cada pensamiento escocían como quemaduras recientes y seguramente dejarían cicatriz.

A estas alturas ya debería saber que es mucho más difícil el último momento que el primero.