lunes, 29 de octubre de 2012

Mi incoherencia hecha letra (para el Plan B de LOVG)

Desperté en un mundo sin ti.
Tan sólo tu ausencia se quedó
para decirme adiós. 
Lloró mi corazón
por cada momento que perdí.

Siempre dicen que el tiempo curará.

Y no sé dónde van
todos los latidos que te regalé,
todos los recuerdos aún por construir,
todas esas letras de canciones que ya nunca escucharé.

Dime dónde van
todas las caricias que me hiciste ayer,
todos esos besos aún por compartir,
todas las promesas, ¿dónde van?
Se van junto a ti.

Comprendí, no te volveré a ver.
Derramé una lágrima sin fin
y cuando se secó
también le dije adiós
a todos los sueños junto a ti.

Siempre dicen que el tiempo curará.

Y no sé dónde van
todos los latidos que te regalé,
todos los recuerdos aún por construir,
todas esas letras de canciones que ya nunca escucharé.

Dime dónde van
todas las caricias que me hiciste ayer,
todos esos besos aún por compartir,
todas las promesas, ¿dónde van?
Se van junto a ti.

Me olvidarás.
Te llevaré siempre conmigo.
Yo te quise tanto
que ya no sé vivir sin ti.

Y no sé dónde van
todos los latidos que te regalé,
todos los recuerdos aún por construir,
todas esas letras de canciones que ya nunca escucharé.

Dime dónde van
todas las caricias que me hiciste ayer,
todos esos besos aún por compartir,
todas las promesas, ¿dónde van?
Se van junto a ti.
Te llevas mi vida y
me dejas aquí.


(Para escucharla, click aquí.)

lunes, 22 de octubre de 2012

Otras incoherencias que sé

Sé que debería dormir, cerrar los ojos y abandonar el mundo consciente para que el inconsciente razone lo que despierto ni si quiera me atrevo a cuestionar.

Sé que debería ser un poco egoísta -aunque esté mal visto- y ganar el valor de despertar los impulsos que encierro en una lámpara mágica para cumplir mis deseos. 

Sé que a veces la única forma de seguir avanzando es pasar por encima de alguien -incluso de uno mismo-, pisarlo y dejarlo atrás, sufriendo.

Lo sé. Sé que no seré capaz.

domingo, 14 de octubre de 2012

Incoherencia del otro lado

Casi puedo acariciar la realidad del universo alternativo con el dorso de la mano. Casi puedo respirar ese aire tan igual y, a la vez, tan distinto. Casi puedo ver en tus ojos el futuro reflejo de los míos, si no fuera porque veo tu imagen estática, sin que lo sepas, a través de una ventana artificial.
Casi puedo oír esa voz que aquí no oigo. Casi puedo sentir otro calor como el que siento. Los latidos casi se sincronizan a ambos lados del abismo infinito que separa las dos versiones de un mismo corazón.
Casi me atrevo a cruzar al otro lado. Casi, pero el miedo a lo desconocido me mantiene en los límites de mi propio universo. Tal vez sea mejor no jugar con la estructura del espacio-tiempo para no rasgar el tejido de la realidad. O tal vez sea en ese otro universo donde encuentre lo que en éste se ha perdido.