miércoles, 16 de noviembre de 2011

Primera y seguro que no última versión de una cuarta canción incoherente

Somos quienes somos, te guste o no.
Somos como somos después de caminar
cada uno de los pasos de la vida.
Somos quienes somos, te guste o no.


Si ríes o si lloras de corazón,
si sientes como sientes es por como fue
cada risa y cada llanto de tu vida.
Si lloras o si ríes, te guste o no.


Tú eres cada beso, cada instante que se fue,
cada lágrima caída, cada sueño que acababa.
Tú eres todas las miradas que cruzaste sin querer,
todas las huellas que dejaste a tu espalda 
y que ahora olvidas.



Cada piedra del camino te obligó a caer.
Cada vez que te caíste aprendiste que al final
levantarse es lo valioso de la vida.
Cada piedra del camino, te guste o no.



Tú eres cada beso, cada instante que se fue,
cada lágrima caída, cada sueño que acababa.
Tú eres todas las miradas que cruzaste sin querer,
todas las huellas que dejaste a tu espalda.



Tú eres cada gesto, cada abrazo que se fue,
cada risa compartida, cada sueño que empezaba.
Tú eres todos los recuerdos que olvidaste antes de ayer,
todas las huellas que dejaste a tu espalda.



Tú eres cada beso, cada instante que se fue,
cada lágrima caída, cada sueño que acababa.
Tú eres todas las miradas que cruzaste sin querer,
todas las huellas que dejaste a tu espalda 
y que ahora olvidas.


Somos como somos, te guste o no.



domingo, 13 de noviembre de 2011

Incoherencias que a veces necesitas

A veces necesitas que alguien te diga lo que quieres oír, otras simplemente que no te digan nada.
A veces necesitas que alguien te enfrente a la realidad, otras que tejan para ti un universo aparte.
A veces necesitas que espanten tu soledad con un abrazo, otras que la que te abrace sea la soledad.
A veces necesitas recordar el tiempo que pasaste con alguien, otras que alguien se olvide para siempre de ti.
A veces necesitas gritarle al vacío tu dolor, otras que tu voz no se oiga más que en tu cabeza.
A veces necesitas perder un poco de tiempo en ordenar tus pensamientos, otras que el tiempo te agobie para no poder pensar.
A veces necesitas que alguien te haga sonreír, otras que te preste un hombro en el que llorar.
A veces necesitas que finjan que no se dan cuenta de que estás mal, otras que te pregunten aunque parezca que estás bien.
A veces necesitas que alguien te empuje hacia delante, otras que sean tu vía de escape hacia atrás.


Hay muchas cosas que unas veces necesitas y otras no. Pero lo que hasta el malo de la peli siempre necesita, le guste o no, es sentirse querido aunque solo sea por sí mismo.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Incoherencia de un día de niebla gris

Hoy es un día de niebla gris.


Esqueletos vivientes y ya desnudos de la tierra alzan, en un último esfuerzo desesperado, sus brazos para anclarse al viento, intentando escapar al paso de un tiempo que ya los ha dejado atrás.


No llueve, pero el agua moja el asfalto sin llegar a acumularse. Máquinas sin alma se deslizan sobre esta cama de humedad condensada. Pasan de largo, veloces, sin mirar cómo a su lado los esqueletos desnudos se ennegrecen sin llegar a morir.


El viento no viene frío, pero enfría cualquier superficie al descubierto de mi cuerpo cálido. Los escalofríos que recorren mi espalda son más rápidos que el tiempo. No quiero ni imaginarme los escalofríos que recorrerán esos huesos negros emergentes de la tierra y anclados en el aire, completamente desprovistos de abrigo y vida... 


...y a la vez me pregunto cómo sería ser como ellos, dejar de sentir, morir casi por completo y despertar en primavera, mucho más cerca del momento de volver a la calidez de tus abrazos que, como el sol, me llenarían de vida.