martes, 4 de febrero de 2014

Colección incoherente

Silenciosas, escandalosas, desapercibidas, mimetizadas con la lluvia, nocturnas, diurnas, secadas al aire o por la almohada, privadas, compartidas, retenidas e imposibles de retener, reales e imaginarias, con los ojos abiertos y cerrados, guardadas, olvidadas, deseadas, rechazadas...

De dolor, de rabia, de odio, de tristeza, de pena, de ansiedad, de agotamiento, de soledad, de culpabilidad, de nostalgia, alguna de alegría, de risa, de emoción, de felicidad, de amor, de amistad, de necesidad, incluso las de sin razón...

Pero fue allí, durante los que se supone que serían los mejores años de su vida, donde completó su colección de lágrimas con las de impotencia y frustración.