Y mis emociones empiezan a desbordarme. Y las oigo como una melodía que nadie más puede oír, ni siquiera tú. Y te abrazo y bailo a su ritmo. Y tú te dejas arrastrar por mí, por esa música silenciosa que me inspiras. Y qué más da si nos miran, estamos solos tú y yo.
Y yo también te quiero.
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